EL SEÑOR DE LAS MOSCAS, DE WILLIAM GOLDING, INGLATERRA

UNA PARÁBOLA SOBRE LA DEGRADACIÓN QUE GENERA EL PODER. El premio Nobel británico William Golding produce con su novela El señor de las moscas una parábola sobre las pulsiones de poder, sumisión, control y carencia de misericordia y conmiseración que anidan en todos nosotros, nuestro lado oscuro, la bestia que todos llevamos dentro y que necesitamos mantener bajo control. La fábula de estos niños que inesperadamente se ven abandonados en una isla y que dan rienda suelta a los instintos más salvajes y cruentos, nos alecciona para entender que una capa de civilización y normas de convivencia no basta para domesticar y someter a la fiera que duerme en cada uno. ¡Ya sabemos de lo que es capaz ese monstruo si lo dejamos emerger y tomar el control de nuestra vida! ¡Ahí, si no, están los temibles y terribles ejemplos de los Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot, Idi Amín, Enver Hoxa, etc.! Aprender a dominar la propia bestia, a controlar sus impulsos criminales, sus intenciones de dañar, su ferocidad, someterla al buen juicio, a los valores y normas morales, a principios que encaucen sus energías y enrumben sus acciones de forma positiva, es el reto que como individuos tenemos. Esta brillante novela de William Golding nos previene contra la parte oscura que cada uno tiene, y que en uno momento dado, puede asumir el control de la conducta y transformarse en la parte dominante, arrasando con valores, criterios, principios y normas, imponiendo la fuerza, la brutalidad, el avasallamiento, el aplastar, la patada en la cara que se propina una y otra vez, sin miramientos.

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